La franja costera de Valle Gran Rey ofrece, además de una serie de playas de arena negra aptas para el baño, unos fondos que son de una espectacularidad única para la práctica del buceo.
Las playas de La Calera y de La Puntilla, constituyen en realidad una sola playa, separada por un pequeño veril rocoso que se sitúa en la zona de la desembocadura del barranco de Valle Gran Rey. Es una playa de arena negra con una excelente calidad de baño y que pasa por ser la más grande de la isla. Es frecuente que la arena se renueve y que durante los meses de invierno la playa sea de callaos.
Por su parte, el Charco del Conde, una pequeña playa de arena negra con abundancia de pequeñas conchas de moluscos, es el lugar idóneo para que los niños inicien su primer contacto con el mar por estar protegida de grandes olas y corrientes. En esta playa se dice que se bañaba el Conde de la isla con su séquito, mientras su esposa y sus acompañantes los hacían en el Charco de la Condesa, un bajío próximo que siempre ha sido lugar de baño para las gentes de Valle Gran Rey y donde en los últimos años es frecuente la práctica de surf.
En el barrio de Vueltas se sitúa la playa del mismo nombre, otra de las playas importantes del municipio. Esta playa de arena negra y de carácter familiar, por encontrarse dentro de la dársena portuaria, no tiene fuerte oleaje ni corrientes importantes.
Ya más alejada y en la zona de barlovento, se encuentra la Playa del Inglés, una playa de arena negra bordeada por los espectaculares acantilados de La Mérica, y que constituye uno de los paisajes más populares de La Gomera. Es una playa donde se puede practicar el nudismo. Precisamente por su lejanía y por su exposición al norte, es una playa donde es aconsejable atender al estado de la mar durante los baños.
Existen otras playas en el municipio como la playa de Heredia, que sólo es accesible por mar y que se sitúa entre la Playa del Inglés y Taguluche, y las dos pequeñas playas que se encuentran en la costa más próxima a Taguluche: Pejerreyes y Guariñén. Quizás, por su lejanía y por la frecuencia con la que sufren fuerte oleaje, no son playas recomendables para el baño, pero son los escenarios perfectos para disfrutar de unos paisajes únicos.